Donato Yebra Martínez
“dejó su vida en busca de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores”
Hace unos meses nuestro colaborador de blog Carlos Fernández escribía la excelsa y extensa (como siempre; D) intrahistoria“CEMENTOS COSMOS Y DEMANDAS OBRERAS. LOS CONFLICTOS ENTRE 1924 Y 1934.” , en la que nos contaba las reivindicaciones de los trabajadores de Cementos Cosmos entre los años 1924 y 1934.
Hacia el final del artículo nos relataba la trágica muerte del obrero Donato Yebra Martínez y los testimonios, extraídos del blog, de Pepe “Empanada” y Nieves ‘la Reina’ sobre Donato.
De tanto hablar me despertó la curiosidad de saber y conocer la imagen del hombre que dejó su vida en busca de mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, Donato Yebra Martínez
Donato Yebra Martínez
Por la partida de defunción sabemos que era natural de Villadecanes, vástago entre otros seis más (Ángel, José, Paulino , Adoración, Josefa, Francisca) , de la pareja Luciano / María; que estaba casado con Teresa Amigo Guerrero , que tenía un hijo llamado Octavio José y que vivía en Otero cuando, el 25 julio de 1934, moría a los 36 años por disparos de arma de fuego en las inmediaciones de la fabrica Cementos Cosmos , de donde era trabajador y que está enterrado en el cementerio de Toral de los Vados.
Donato, indiano de Cuba, y militar de servicio en Málaga, hombre fuerte y cien por cien cabal, aunque vivía en la calle La Iglesia de Otero , aprovechaba las jornadas de huelga para construir su propia casa , con la ayuda de Ignacio Rodríguez Bello, su cuñado , en las inmediaciones s de la, inexistente hoy , carretera a Villafanca. Cuando esto ocurría, los camiones contratados por Cosmos, portaban en sus cajas un buen número de personas que iban a suplir a los huelguistas, que de aquella, al igual que hoy, les llamaban esquiroles, escoltados por miembros de la Guardia Civil.
Esta actitud de los jornaleros, enojaba a nuestro protagonista, por eso cuando los veía pasar, desde su casa los pretendía ofender llamándoles esquiroles y movía la mano a modo de “las vais a llevar”. Este comportamiento, suponemos que reiterado tanto en número como en días, llamo la atención a un Guardia Civil de la escolta, del cuartel de Toral, -eso me indican- que se fue a buscarlo, para matarlo, a la casa en obras. Donato se percató y se ocultó, para no caer muerto. Ante la desesperación, el guardia, en voz alta exclamo para que fuese oído: “Hoy no caíste, pero vas a caer”.
Octavio José, su hijo, de unos dos años en el año 1934, empezó a andar, (el mismo día que él iba a morir), y esto le lleno de felicidad por lo cual se vino para Toral lo mas de contento.
Cuando llego al primer camino que está al frente de Cosmos, el guardia que se la tenía jurada salió de tras maleza de lado derecha de la carretera, donde estaba oculto, para asaltarlo y matarlo. Esta narración de una vecina de Parandones , contradice la narración del suceso por parte de la prensa de la época.
Según la misma vecina, el guardia civil homicida murió 6 u 8 días después al manipular un artefacto .Otros comentan que a lo mejor no fue accidental sino la propia venganza de los compañeros del asesinado Donato. “Pagó con la misma moneda”.
El niño de Donato, a los seis años se murió de una meningitis, que en los primeros conatos, lo había dejado ciego, “hay si Dios me lo dejara aunque ciego”, exclamaba entre sollozos su apenada madre, pero Dios no hizo caso y se lo llevo. Me cuentan que el niño, claro está, antes de morir, era muy listo y que según aprendió a hablar, aunque mal, ya balbuceaba “Cuando sea mozo voy a matar a todos los guardias”.
AF2
