No soy feligrés de la parroquia de san Cristóbal en donde ejerce, todavía, Paco Calzado, por lo que mi relación con él no ha sido frecuente, pero en las contadas ocasiones en las que conecté con él me dio la impresión de que era , sobre todo, una persona generosa.
Recuerdo tres momentos: las presentaciones de los libros en los que Maruli Miranda y yo narrábamos, a nuestra manera, la historia de Toral y Paco puso, gentilmente, la Iglesia parroquial a nuestra disposición, sin preguntar ni pedir nada a cambio y eso es cosa que siempre hemos agradecido.
Supongo que otros vecinos tendrán otras cosas que agradecerle aunque Paco no lo haya hecho para que se lo agradeciesen. Él es así.
Creo, sinceramente, que es el momento de devolverle lo que hizo por el pueblo y, desde aquí pido que se forme una comisión para homenajearlo con una comida en la que se le haga entrega de una placa que recuerde su estancia entre nosotros.
Toni
