Alberto García Alix
De entre la biblioteca sobre fotografía, tengo una gran predilección a un libro del citado autor, que el día que me dio la oportunidad de enseñárselo para su firma, se extrañó que poseyera una copia del mismo.
Creo recordar que fue el segundo que editó, está dedicado a Mireia, en formato cuadrado, con los colores rojo y verde, portada contraportada. Todo esto rompe con lo que llegó después, donde Alberto fluye entre blancos, negros y gama de grises. De hecho recoge desde el año 1.978 a 1.983. Y otra característica muy importante es que son fotografías en color. Son básicamente diapositivas.
Pero si hay una, que para mí, representa El momento, es la de la última página; casi todos sabemos que solemos dejar para las presentaciones la final, como la mejor, la que nos deja un regusto excepcional.
Y esta es otra vez más, una fotografía de El momento, es un auto retrato del autor, casi seguro. Para mí analizando la fotografía, no importa que éste ligeramente desenfocada, ni siquiera que corte o nos deje ver un pequeño trazo de una gran puerta en el lado derecho, que de alguna manera ayuda a ver en un conjunto la diapositiva con el equilibrio.
Otra puerta de madera a la derecha en color crema, con el interruptor de la luz, tipo llave y el contador en su lado izquierdo, puede darnos la idea junto con el suelo de madera obscuro de un pasillo interior, de una foto sin planificar.
Esto me lleva al momento que posiblemente vivía Alberto, de investigación, de inventiva, de formación y lo que yo resaltaría de esta foto su “frescura”.
El retrato es un salto, hacia adelante. La vestimenta, recuerdo aquellas épocas, de pantalón vaquero ceñido, botos vaqueros de piel y camisa blanca; era la estética del momento. Quizás no todos llevaban en el brazo derecho un brazalete.
Este era otro Alberto, quizás menos maduro, pero sí muy fresco.
Otras obras de Alberto García Alix, para consultar:” Moriremos mirando”. “ Lo que dura un beso”, “Moto”. “Diaporamas”… adjunto su página web : http://www.albertogarciaalix.com/obra/
Yo en su día tuve la suerte de que me dejara participar en uno de sus pocos talleres fotográficos. Pero días antes tuve la suerte de disfrutar de una de sus exposiciones.
