UN DÍA TÍPICO EN LA VIDA DEL BERCIANO HACE MUCHOS AÑOS
Todavía existen pueblos en el Bierzo donde pervive la memoria de ritos y remedios ancestrales utilizados por nuestros mayores. A medida que transcurre el tiempo van quedando relegados al olvido. Para que esto no ocurra, es necesario que se recopile y se consigne por escrito lo poco que queda de la tradición oral. Esta es nuestra labor, labor ardua pero gratificante pues gracias a nuestro esfuerzo y al entusiasmo generoso de nuestros informantes, conseguiremos que este gran patrimonio del saber popular en el Bierzo no desaparezca. Tras la recopilación debe venir, cómo no, el análisis para deslindar el trigo de la paja y poder utilizar aquello que tenga valor y sea aplicable en el día a día de nuestros paisanos. Y en ello estamos.
Ahora vamos a relataros, utilizando algunas voces bercianas, los avatares de nuestros paisanos en un día cualquiera:
Son las ocho y media de la mañana de un apacible día de finales del otoño. Pedro, el marido de Manuela, se dispone a llevar a las vacas al prado. Salen todas menos una que tiene una pata “mala”, por eso la ha dejado en la “cuadra”. A eso de las nueve y media, vuelve Pero para llevar la vaca hasta un campo cercano a casa. Llegan allí y Pedro coloca la pata enferma sobre la hierba y con una navaja traza en el suelo la forma de la pezuña, cortando alrededor de su contorno, al tiempo que dice:
“Peaña, peañón,
Sale de la pata
Y va al terrón”
Dicho esto, se lleva el terrón para arrojarlo encima del tejado. Si el terrón se seca, la pata de la vaca se supone que debe sanar si no, no. Luego unta la pata con un emplasto de unto viejo y tomillo, remedio que le ha dado la Sra. Segismunda que es la curandera del pueblo.
Mientras tanto, Manuela queda haciendo la colada; acaba de colocar la ropa en el “trobo” de corcho. Le pone encima un paño de lino tosco para colar sobre el jabón natural, compuesto por agua muy caliente y ceniza encina. La dejará allí todo el día ablandando y al día siguiente la aclarará y le quedará, como siempre, blanca, limpia y desinfectada. Pedro ha vuelto al prado y, mientras vigila a las vacas, se entretiene tocando una “chifla” de castaño bravo que le hace soñar con los tiempos de cuando era un chaval.
La Sra. Concha, partera del pueblo, sube a cien por hora por la cuesta, lleva un paso de recluta , la sigue a corta distancia una niñita de unos nueve años. Es la hija de Estrella que está a punto de dar a luz. La Sra. Manuela lleva una cestilla de mimbre y en ella hay unas cuerdas finísimas, tijeras, aguja, hilo, navaja y una botellita de aguardiente. Cuando llegan a casa de la parturienta, el niño está naciendo. La Sra. Concha hace su labor con gran pericia. En el momento preciso, después de desinfectar la navaja con aguardiente, practica una pequeña incisión para facilitar la salida del bebé. Después de arreglar al niño, una vez cortado y anudado el cordón umbilical ata el mismo al muslo de la parturienta y tira del resto para extraer la placenta. Luego, le da unos puntos con aguja e hilo desinfectados para cerrar la incisión y, tras comprobar el buen estado de madre e hijo, se despide para acudir presurosa a una nueva cita.
Manuela acaba de echarle una bronca a su hijo Pepín porque ha vuelto a hacerle la pifia de ponerle al abuelo unas cuantas gotas de una planta que se llama “tártago” en el vino y el pobre hombre ya lleva más de media hora detrás del “beirón”. Aunque la bronca es sonada, Pepín no puede reprimir una carcajada canallesca. Como parece que el niño está hecho de rabo de lagartija, Manuela le manda ir al prado a llevarle el almuerzo a su padre. Al llegar allí. los dos se dan cuenta de que va a llover. Pedro tomará el almuerzo en casa, no quiere que las vacas cojan una mojadura. Ya cerca de la casa se desata una tremenda tormenta. El matrimonio, después de dejar a las vacas en el establo, coloca unos palos cruzados en el centro del corral mientras recitan la oración a Santa Bárbara:
“Santa Bárbara Bendita
Que en el cielo estás escrita
Con papel y agua bendita
Guarda pan y guarda vino
Y al caminante y al peregrino”
También la Sra. Petra está haciendo su labor protectora que consiste en colocar la campana de Santa Bárbara boca arriba para que no ocurra nada durante la tormenta.
Pedro y Eduardo, su vecino, se juntan en el lagar del segundo y, ya que no pueden salir, deciden confeccionar unos “megos” de “mimbre” para la recolección de la fruta. Eduardo había dejado las varas a remojo en la charca y están muy flexibles. Se les está dando bien esta tanda y allí dejamos a los dos con sus “megos”.
Después de comer, Manuela va a casa de Florinda para seguir cortando tiras de trapo de ropa vieja para hacer las jarapas, que luego se convertirán en cobertores que buena falta harán para el largo invierno. Al lado de Florinda están sus sobrinas, Isolina y Vicenta, que les ayudan a cortar la tela, cosen las tiras y hacen los ovillos para que Manuela pueda seguir trabajando en el telar. Dejemos a mujeres y niñas con estas labores y salimos a la calle. Luce el sol radiante, ha dejado de llover hace unas horas. De hecho, parece que no ha llovido.
La Sra. Segismunda, la curandera, ha aprovechado que la tierra está húmeda para recolectar raíces de “leitariega”. Dice que esta planta es buena para el hígado. Sacude las raíces con cuidado y las va colocando en una “mega” que siempre lleva con ella. También está recogiendo unos buenos ramos de ortiga porque siempre la toma en la primavera como tónico vital. Algunos piensan que es una “bruxa” pero todos la respetan porque conoce muchos remedios que ha heredado de su abuela y en más de una ocasión ha sacado de un buen apuro a algún de los que la critican. Allí queda la Sra. Segismunda con su “sacho” y sus raíces. Volvamos al pueblo.
Luis el lechero está haciendo una infusión de “cardo borriquero” que va a añadir a la leche para cuajarla. Tiene doce vacas y hace mucho queso. La mayoría de las piezas que elabora van destinadas a la venta en el mercado o en las tiendas de ultramarinos, aunque también mandará alguna a su sobrina que está haciendo la carrera en león. A Luis le encanta la leche “mazada” con castañas “pilongas” pero Berta, su mujer, prefiere las castañas cocidas con “fiollo y nébeda”.
Está oscureciendo. Todos vuelven a sus casas y Lolín “El Xordo”, que es el panadero, prepara unos “ganzos” pues todavía tiene que hacer la última masa y ya no se ve en la panadería.
Este año tiene buenos ganzos y, si los coloca bien, pueden durarle hasta quince minutos cada uno.
Toño “Pumba Pumba”, el herrero, se “mancó” en una mano con un “foucín” que estaba haciendo, pero enseguida le paró de sangrar porque la Sra. Segismunda le aplicó un emplasto de una planta que ella llama “miloja”. Detrás de la casa de Toño, le picaron seis o siete “avísporas” a Pepín que, como buen “furganomillo”, no tiene paradero. Había tirado piedras a un puchero que había al lado de la puerta y que contenía un nido de estos insectos tan agresivos. Menos mal que su tía Aurita le puso una cataplasma de barro de viña amasado con agua de la fuente de la cueva de “La Moura”. Ya lleva un buen rato callado y con el semblante muy serio. De vez en cuando no le viene mal un escarmiento.
Se oyen a lo lejos las campanas de la iglesia. Es la hora de la novena. Sólo van unos cuantos señores mayores, las “beatas” de siempre, la maestra, la mujer del boticario y el ama del cura. Se ha puesto muy frío de repente, parece que va a nevar. Además, aún recuerdan el susto que se llevó el año pasado Higinio “Galopante”, el cartero, cuando llegó al pueblo cabalgando despavorido con “doce” lobos pisándole los talones.
¿Entonces, qué hubiera pasado si yo aquel día, en lugar de haber venido a caballo, hubiese venido andando?….¿eh?. Preguntó “Galopante” a la concurrencia del “Senado”reunida en la bodega del pueblo.
Vocablos bercianos y expresiones utilizados en el texto y su significado:
Mala………………………… Enferma
Cuadra…………………….. Establo
Trobo………………………. Caldero o recipiente de corteza de alcornoque
Chifla……………………….. Flauta
Tártago……………………. Planta tóxica con efecto laxante
Beirón……………………… Zarzal, matorral
Megos……………………. Cestos de mimbre fuertes y alargados
Mimbre………………….. Salgueira, sauce
Leiteriega……………………. Planta medicinal, diente de león
Mega…………………………… Cesto de mimbre pequeño y redondeado
Bruxa…………………………… Meiga, bruja
Sacho…………………………… Herramienta para cavar
Cardo borriquero…………. Planta medicinal, cardo lechal
Mazada……………………….. Cuajada, cortada
Pilongas………………………. Castañas secas y ahumadas
Fiollo…………………………… Planta medicinal, hinojo
Nébeda………………………. Planta medicinal, calaminta
Ganzos………………………. Tallos de urz o brezo quemados y secos utilizados para alumbrar
Mancó……………………….. Se hizo daño
Foucín……………………….. Hoz de pequeñas dimensiones
Miloja……………………….. Planta medicinal, milenrama
Avísporas………………….. Avispas
Furganomillo…………….. Persona inquieta, normalmente niños hiperactivos incapaces de Estarse quietos
La Moura……………………. Nombre recurrente en la Toponimia berciana, alude a un ser mítico, Mitad mujer, mitad serpiente, que seducía y se beneficiaba a los Muchachos y luego les daba muerte
Beatas……………………….. Mujeres normalmente solteronas que siempre acuden a todos los oficios religiosos
Doce…………………………. Exageración muy común en relatos de situaciones extremas durante Filandones
El Senado………………….. Nombre de una bodega muy famosa de la Calle del Agua en Villafranca del Bierzo
Extraído de la Revista de La Raiña , Nº 1 del Año 2000
